jueves, 8 de enero de 2015

"Hermanos"

A mis 3 hijos...

La vida nos presente una incontable variedad de enemigos, desafortunadamente en ocasiones la gente tiene por entendido que para progresar debe aprovecharse de otra gente; por eso resulta tan importante valorar los aliados que Dios nos regala en nuestro camino... primero a tus padres, a tus familiares cercanos, a tus amigos, pero muy especialmente a tus hermanos... porque son los hermanos quienes por la cercanía que se crea desde la infancia, cuando entre risas y pleitos forman un irrompible enlace que no puede ser desatado con nada.

Un hermano es siempre una bendición, aún y cuando a veces los hermanos menores podamos resultar un verdadero dolor de cabeza para los más grandes (pregúntenle a su tía Perlita); un hermano es alguien en quién confiar, un defensor, un aliado, y muchas veces un cómplice de las travesuras...


... lo genial de tener un hermano, es que cuando te equivocas, sus ojos no te juzgan; a veces los padres tendemos a juzgar a nuestros hijos, siempre con la mejor intención de corregirlos, pero en ocasiones se necesita solamente un abrazo y unas palabras que te digan "no pasa nada, todo estará bien", y esas palabras solo pueden encontrarse sinceras en la boca de un hermano.


Por eso es tan importante que se cuiden entre ustedes, que formen una muralla para que unidos no dejen entrar en sus vidas las malas hierbas de la envidia, del materialismo y otros tantos complejos que a veces nos separan.


Se que cada uno de ustedes mis tres pequeños hijos tiene un destino muy distinto, cada uno de ustedes cuenta con una personalidad propia, única, por lo tanto no estoy muy seguro que vayan a vivir siempre en la misma ciudad, quizá para cuando lean esto Adonai ya se volvió Actriz de Hollywood, Gymaraho ya es un jugadorazo del Real Madrid, o Alekei está operando a alguien en su quirófano...


Pero lo que me gustaría y se que a su mamá también le gustaría, es que no se pierdan la huella, que se mantengan siempre unidos... y desde luego, que no se olviden del nido, donde sus viejos padres siempre les van a esperar...


Un hermano debe ser siempre una puerta abierta, un refugio y un aliado; pero también alguien para compartir las alegrías de la vida.

Quiéranse, ámense mucho, no se olviden nunca de que fueron compañeros de juego, compañeros de crecimiento, confidentes y amigos... pero mucho más que eso, que los 3 comparten en la sangre ese vínculo y esa bendición de ser hermanos.

Los quiere su papá.